Una temporada que no solo cuenta una historia, sino que celebra la tierra que sigue cantando al corazón del país.
La exitosa telenovela Luz de Luna, que ha conquistado a millones de peruanos a lo largo de tres temporadas y un spin-off, regresa a la pantalla con una cuarta entrega que promete emoción y raíces. Esta vez, la producción decidió volver al origen de la historia llevando sus cámaras a Ayacucho, tierra de historia, música, fe y paisajes que laten en la memoria colectiva del país.
Desde la imponente Pampa de la Quinua, símbolo de la independencia, hasta las piedras milenarias de Vilcashuamán, pasando por las calles de Huamanga y la majestuosidad de sus montañas, el elenco y el equipo técnico trabajaron en escenarios naturales que no solo enriquecen la ficción, sino que rinden homenaje a la tradición y esperanza de todo un pueblo.
La trama recrea la niñez del “León de la cumbia”, en el entorno comunitario que moldeó su carácter y avivó sus sueños. Más que escenas, se trata de un tributo a la tierra y a la gente que inspiraron la esencia de su música.
“Estoy muy emocionado. Ayacucho es un lugar mágico y lleno de historia. Filmar aquí es un privilegio y un regalo para todos los peruanos. Cada rincón y cada sonrisa nos inspira a dar lo mejor en esta nueva temporada”, expresó André Silva, protagonista de la serie, reconociendo el vínculo entre ficción y vida real.
Con nuevas revelaciones en la vida del protagonista y un recorrido visual por una de las regiones más vibrantes del Perú, Luz de Luna 4 llega con la promesa de volver a conquistar a su público.
Muy pronto, América Televisión se iluminará con los colores, sonidos y emociones de Ayacucho. Una temporada que no solo cuenta una historia, sino que celebra la tierra que sigue cantando al corazón del país.
