Lo que comenzó como una idea en la cima del Misti terminó convirtiéndose en una travesía épica que puso a prueba su resistencia física, su disciplina mental y su amor por la naturaleza.
Thomas Schilter, un joven aventurero de 22 años nacido en Cusco, acaba de lograr una de las hazañas más impresionantes del montañismo nacional: coronar en menos de 30 horas los tres volcanes más emblemáticos de Arequipa —Misti (5.822 m), Chachani (6.057 m) y Pichu Pichu (5.664 m)— sin asistencia y únicamente a pie.
De las cumbres del Valle Sagrado al desafío de su vida
Nacido y criado en el Valle Sagrado de los Incas, Thomas creció rodeado de montañas, lejos de las pantallas y cerca de la aventura. Hijo de madre francesa y padre suizo, ambos radicados en Cusco, aprendió desde niño a respetar la naturaleza y a perseguir los retos con determinación.
Mientras otros niños soñaban con viajes urbanos, él pidió escalar el nevado Chicón a los 10 años, visible desde su ventana. Aquella primera cima marcó el inicio de una vida dedicada a explorar lo que pocos se atreven a intentar.
La trilogía imposible
La idea de conquistar los tres gigantes arequipeños nació casi por casualidad, durante una ascensión al Misti en noviembre de 2024. Desde sus laderas, Thomas divisó el Chachani y el Pichu Pichu y se preguntó: “¿Y si los subo a los tres en un solo día?”
No existía registro previo de alguien que lo hubiera hecho sin apoyo vehicular, y la ventana climática era corta: antes de enero llegarían las tormentas eléctricas. En solo seis semanas, planificó la travesía junto a su padre y un pequeño equipo de apoyo técnico, diseñando rutas, puntos de hidratación y estrategias logísticas.
Con el respaldo de The North Face, que le proporcionó equipamiento ultraligero, Schilter enfrentó temperaturas bajo cero, neblina densa y tramos sin sendero. El reto supuso recorrer 90 kilómetros, superar 5.500 metros de desnivel positivo y enlazar cada volcán corriendo de base en base, el equivalente a una maratón en terreno agreste.
“Lo más duro no fue la subida, sino ir de la base de uno al otro. Ahí es donde te enfrentas contigo mismo”, comenta el montañista.
Otros han escalado los tres volcanes, pero siempre con apoyo de vehículos. Thomas lo hizo “a la antigua”: solo con la fuerza de sus piernas.
“El hecho de que nadie lo hubiera logrado antes no era motivo para esperar. Quería demostrar que se podía”, afirma el deportista del Team The North Face.
Su hazaña ha quedado registrada en el documental “La Trilogía de los Volcanes”, una producción que busca resaltar el poder de la naturaleza peruana e inspirar a nuevas generaciones de exploradores.
Construyendo su legado
A los 16 años, Schilter ya había hecho historia: junto a Luis Crispín, se convirtió en el primer peruano en escalar el Siula Grande (6.345 m) por una nueva ruta, una montaña con apenas 15 ascensos registrados en todo el mundo. Desde entonces, ha coronado más de 60 cumbres, completado 21 ultramaratones y protagonizado junto a su padre el primer vuelo en parapente desde la cima del Ausangate, la montaña más alta de Cusco.
Su trayectoria también incluye un récord en vuelo libre, al recorrer 430 kilómetros en parapente, el tramo más extenso alcanzado por un peruano en esta modalidad.
Pero Thomas no se detiene ahí. Sueña con ganar el UTMB, una de las carreras de ultratrail más exigentes del planeta, y con superar los 500 kilómetros de vuelo en parapente.
“Nunca es tarde para planear algo grande. Que nadie lo haya hecho antes significa que no es fácil, pero no que sea imposible”, reflexiona el joven deportista.
Con esta hazaña, Thomas Schilter no solo establece un récord histórico para el montañismo peruano, sino que reafirma el espíritu de una nueva generación de aventureros dispuestos a llevar el nombre del Perú a lo más alto.
