Con más de 1000 etiquetas cuidadosamente seleccionadas y una propuesta que trasciende la venta tradicional, La Alcoholería se consolida como la vinoteca más grande del Perú y un espacio donde el vino, los destilados y la experiencia sensorial se fusionan para crear un destino inolvidable en Pachacámac.
Más que una tienda especializada, La Alcoholería es un homenaje a la cultura del vino y la coctelería, al turismo vivencial y a la conexión emocional con lo que se bebe. Con más de 1,500 metros cuadrados, un catálogo que supera las 1000 etiquetas de vinos, licores y destilados del mundo, y una experiencia boutique que involucra los cinco sentidos, este espacio se ha convertido en un referente enogastronómico en el sur de Lima.
“Queríamos crear un punto de encuentro entre cultura, conocimiento y experiencia. La Alcoholería nació con esa visión, y hoy somos la vinoteca más grande del país”, comenta Johnny Luyo, gerente comercial del proyecto.
Inspirada en la idea de romper con la rutina y ofrecer mucho más que una simple compra, La Alcoholería propone una experiencia integral: desde importaciones directas y curaduría personalizada, hasta eventos culturales, catas de alta gama y espacios diseñados para compartir.
Una experiencia que va más allá del producto
En un contexto en el que los consumidores valoran cada vez más las experiencias auténticas, La Alcoholería ha sabido diferenciarse con una propuesta enfocada en el descubrimiento y la educación sensorial. Cada mes organiza festivales temáticos con más de 150 etiquetas en degustación libre, cuenta con una zona VIP para catas especializadas, y hasta ofrece una guardería infantil, para que nadie quede fuera de la experiencia.
“El consumidor peruano está acostumbrado a lo conocido. Nosotros buscamos abrir sus horizontes, emocionarlo, y hacerlo parte de un mundo más amplio”, afirma Luyo.
Impacto local y posicionamiento turístico
La apuesta por Pachacámac no es casual. Al instalarse en este distrito con fuerte identidad cultural y tradición agrícola, La Alcoholería dinamiza la economía local, atrae visitantes de Lima y provincias, y contribuye al desarrollo de un nuevo polo turístico en la ciudad.
“Nos hemos convertido en un atractivo turístico y comercial. Promovemos la riqueza de lo internacional, pero también celebramos lo peruano: desde piscos artesanales hasta productores locales con propuestas auténticas”, añade el gerente.
Una marca con propósito
El enfoque de La Alcoholería ha captado la atención de medios gastronómicos y de estilo de vida gracias a su contenido educativo en redes, colaboraciones con sommeliers y chefs, y una narrativa clara: el vino y los destilados se viven, se sienten y se entienden.
Con planes de expansión en Lima y provincias, y una sólida estrategia de comercio electrónico, la marca se perfila como un proyecto con identidad y propósito, donde el negocio es solo una parte de una misión más grande.
“No somos una licorería. Somos un espacio donde las personas se conectan con lo que beben, con quienes lo producen y consigo mismas”, concluye Luyo.
