Este panorama refleja una clara evolución en las preferencias de los viajeros: escapadas que priorizan cercanía, autenticidad y experiencias veraniegas únicas, donde la playa se convierte en el escenario ideal para desconectar y recargar energías.
El mar se consolida como el favorito de los viajeros que buscan escapadas con sol, arena y desconexión. Los últimos registros muestran un creciente interés por destinos costeros, tanto locales como internacionales, que combinan descanso, cultura y experiencias únicas.
Según datos internos de Airbnb, las búsquedas realizadas entre enero y marzo evidencian un crecimiento sostenido en la demanda por playas, con especial protagonismo de las opciones dentro del país.
Playas nacionales en tendencia
Entre los destinos locales más buscados, Trujillo sobresale gracias a su cercanía con la icónica playa de Huanchaco, célebre por sus caballitos de totora y su valor cultural.
Tumbes también se mantiene como favorito por su acceso a Zorritos, uno de los balnearios más emblemáticos del norte peruano.
Por su parte, Chiclayo emerge como destino en ascenso, no solo por la tradicional playa de Pimentel, sino también por el renovado interés en su historia y legado cultural.
Escapadas internacionales que conquistan
El interés por playas fuera del país también crece entre los peruanos, que este año se inclinan por destinos con identidad propia:
San Juan, Puerto Rico (+100%): encanto caribeño con playas de ensueño y vibrante vida urbana.
Río de Janeiro, Brasil (+100%): litoral icónico y energía festiva que no pierde vigencia.
Santa Marta, Colombia: riqueza natural que combina mar y sierra en un solo destino.
Florianópolis, Brasil: estilo relajado y diversidad de playas perfectas para surf, descanso y contacto con la naturaleza.