Mientras la demanda de vivienda en Lima se mantiene sólida, el verdadero diferencial ya no está solo en los metros cuadrados, sino en los espacios compartidos que fomentan la sociabilidad, el bienestar y un nuevo estilo de vida urbano.
El mercado inmobiliario limeño no solo atraviesa un periodo de crecimiento en volumen, sino también una transformación profunda en lo que los compradores esperan de su próximo hogar. Según el último informe de la Confederación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (CODIP), las ventas de viviendas aumentaron un 22% durante los primeros nueve meses de 2025, impulsadas por una demanda cada vez más enfocada en el estilo de vida y la experiencia que ofrece cada proyecto.
En este escenario, los departamentos medianos —de entre 60 y 70 m²— se consolidan como los favoritos de los limeños, evidenciando un cambio de mentalidad: los compradores buscan algo más que metraje; buscan una vida equilibrada, conectada y funcional.
Este cambio trae consigo una nueva prioridad: los compradores quieren más que un espacio privado; quieren comunidad. Esto se refleja en edificios que integran áreas comunes pensadas para relacionarse, trabajar, relajarse y conectar. Cada vez más proyectos incorporan rooftops, coworkings, gimnasios, patios interiores, zonas pet friendly y huertos urbanos, diseñados para promover la convivencia y el bienestar integral.
“Estamos frente a una nueva generación de compradores que buscan experiencias más que metros cuadrados. Hoy, el reto de las inmobiliarias es crear entornos que inspiren pertenencia y conexión, sin perder de vista la funcionalidad y el diseño”, señala Olenka Araujo, gerente Comercial y de Marketing de Alerces Inmobiliaria.
Lo que antes se concebía únicamente como un espacio para vivir, ahora se redefine como un entorno para compartir y conectar. La convivencia, el bienestar y la cercanía se integran al concepto de hogar, impulsando edificios diseñados para quienes buscan equilibrio entre independencia y comunidad.
Según un estudio de Best Place to Live (2025), las áreas comunes más valoradas por los peruanos son las terrazas y rooftops, seguidas por los espacios de coworking y las zonas de parrillas. A su vez, las áreas verdes y pet zones se consolidan como elementos decisivos para las familias jóvenes que priorizan la calidad de vida y el contacto con la naturaleza.
Además, el auge del trabajo híbrido ha redefinido las necesidades de los residentes: los coworkings dentro de los edificios se convierten en una alternativa funcional que reduce desplazamientos y fortalece la interacción vecinal. En paralelo, las terrazas y rooftops ofrecen espacios de respiro y bienestar emocional, mientras que las zonas de parrilla y recreación refuerzan la construcción de comunidad.
Con este tipo de propuestas, Alerces reafirma su compromiso de transformar la forma de habitar la ciudad, apostando por una Lima más humana, sostenible y conectada.
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